84º Informe Anual 2013/14
La política monetaria necesita una nueva brújula para ayudar a la economía mundial a salir de la sombra de la gran crisis financiera. Para ello, habrá que ajustar la actual combinación de políticas y los marcos de política económica para poder retomar un crecimiento económico sostenible y equilibrado.
La economía mundial ha mostrado síntomas alentadores durante el último año, pero aún no ha finalizado su convalecencia tras la crisis (Capítulo III). Pese a una búsqueda agresiva y generalizada de rentabilidad, con una volatilidad y unos diferenciales de crédito cayendo hasta mínimos históricos (Capítulo II), y unas condiciones monetarias inusualmente acomodaticias (Capítulo V), la inversión sigue siendo débil. La deuda, tanto pública como privada, sigue aumentando mientras el crecimiento de la productividad ha ampliado aún más su tendencia descendente de largo plazo (Capítulos III y IV). Se habla incluso de estancamiento secular. Algunos bancos se han recapitalizado y han ajustado sus modelos de negocio, mientras que a otros aún les queda mucho por hacer (Capítulo VI).
Para recuperar un crecimiento sostenible y equilibrado, las políticas deben ir más allá de su enfoque tradicional centrado en el ciclo económico para adoptar una perspectiva de más largo plazo que gire en torno al ciclo financiero (Capítulo I). Es necesario que aborden frontalmente las deficiencias estructurales y la mala asignación de recursos que los fuertes auges financieros ocultaron y que solo se revelaron en las posteriores contracciones. La única fuente de prosperidad duradera es una mayor fortaleza por el lado de la oferta. Es esencial prescindir de la deuda como principal motor de crecimiento.
Capítulos económicos: resumen | todos los capítulos (PDF, 145 páginas)