Los mercados financieros
Los mercados financieros mundiales operaron durante gran parte del pasado año en un entorno de tranquilidad y condiciones favorables, reflejo de la sorprendente fortaleza de la economía mundial y la persistente abundancia de liquidez. Hasta finales de 2005, el aplanamiento de las curvas de rendimientos en Estados Unidos y la zona del euro parecía explicarse por las menores primas por plazo (esto es, por el estrechamiento del diferencial entre los tipos de interés a plazo y la senda de tipos de interés a corto plazo prevista para vencimientos largos). Desde principios de 2006, las previsiones de endurecimiento adicional de la política monetaria ante el mayor crecimiento económico y las presiones inflacionistas se tradujeron en un incremento de las rentabilidades a largo plazo. Sin embargo, su impacto en los precios de otros activos sólo se puso de manifiesto a partir de mediados de mayo, coincidiendo con un aumento de la volatilidad y fuertes caídas en los mercados de deuda de economías emergentes.
Las cotizaciones bursátiles y los diferenciales de rendimiento se beneficiaron de la revisión al alza de las previsiones de crecimiento en 2005 y principios de 2006. En los principales países industrializados, los cambios en la estructura de capital de las empresas también fueron un revulsivo para los mercados de acciones, en especial el extraordinario repunte de las recompras de acciones propias y de las fusiones y adquisiciones de empresas. Las cotizaciones bursátiles respondieron a esta oleada de fusiones y adquisiciones mejor que en otras ocasiones, recompensando a los accionistas tanto de las compañías adquirentes como de las adquiridas. Los diferenciales de los bonos de empresa no se alejaron de sus mínimos cíclicos a pesar del reapalancamiento empresarial, contribuyendo a su estrechez la elevada tolerancia de los inversionistas frente al riesgo. Este fenómeno fue visible especialmente en los mercados emergentes, cuyos diferenciales parecieron estrecharse en 2005 y a principios de 2006 más rápido de lo que mejoraban las variables económicas fundamentales, que fue ciertamente considerable.