Aprovechar el tiempo prestado: Acometer saneamientos y reformas es la única vía hacia el crecimiento, afirma el BPI en su 83er Informe Anual
Únicamente un rotundo programa de reparaciones y reformas permitirá a las economías retomar un crecimiento real fuerte y sostenible, afirma el Banco de Pagos Internacionales (BPI) en su 83er Informe Anual, publicado hoy.
En su análisis económico del año, el BPI señala que, seis años tras el estallido de la crisis financiera global, el crecimiento robusto y autosostenido sigue sin llegar a la economía mundial. Durante este tiempo, los bancos centrales de las economías avanzadas se han visto obligados a buscar fórmulas para aumentar su grado de acomodación. Sin embargo, los bancos centrales no pueden solucionar los problemas estructurales que obstaculizan el regreso a la senda del crecimiento robusto y sostenible.
«Los bancos centrales no pueden sanear los balances de los hogares e instituciones financieras; no pueden garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas; y, sobre todo, no pueden introducir las reformas estructurales necesarias en materia económica y financiera para que las economías vuelvan a la senda del crecimiento real que las autoridades y sus ciudadanos esperan y desean.
«Lo que sí logró la acomodación introducida por los bancos centrales durante la fase de recuperación es dar más tiempo: tiempo para reparar los balances, tiempo para la consolidación fiscal y tiempo para introducir reformas con las que recuperar el crecimiento de la productividad.» Pero debe hacerse un buen uso de este tiempo, ya que el equilibrio entre sus beneficios y costes se está deteriorando.
La recuperación del crecimiento exige una mezcla distinta de políticas: «Las autoridades deben acelerar las reformas de los mercados de trabajo y de productos para que los recursos económicos puedan desplazarse con más facilidad hacia los sectores de alta productividad. Los hogares y empresas deben culminar la difícil tarea de reparar sus balances, y los gobiernos intensificar sus esfuerzos para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas. Los reguladores deben adaptar las normas a un sistema financiero crecientemente interconectado y complejo y garantizar que los bancos disponen de colchones de capital y liquidez suficientes a fin de cubrir los riesgos asociados. Cada país debe ajustar su calendario de reformas de manera que maximice su probabilidad de éxito sin poner en peligro la recuperación económica en curso.» Si cada uno hace su parte, los bancos centrales podrán concentrarse en normalizar la política monetaria.
El resultado financiero del BPI, publicado asimismo en el Informe Anual, arroja un balance total por valor de 212 000 millones de DEG (317 900 millones de USD) al cierre de marzo de 2013 y un beneficio neto de 898,2 millones de DEG (1 346,9 millones de USD).