Ha llegado el momento de romper los círculos viciosos, afirma el BPI en su 82º Informe Anual
Quienes esperan soluciones fáciles a los problemas que aquejan a la economía mundial tendrán que seguir esperando, dice el Banco de Pagos Internacionales (BPI) en su 82º Informe Anual publicado hoy.
Han pasado cinco años desde el estallido de la crisis financiera y sin embargo el desequilibrio de la economía mundial persiste e incluso parece agravarse por la interacción de las debilidades aún presentes. Los objetivos de crecimiento equilibrado, políticas económicas equilibradas y un sistema financiero seguro siguen siendo esquivos.
El Informe indica que el sector financiero, los gobiernos, hogares y empresas deben sanear sus balances: «el sector financiero debe reconocer sus pérdidas y recapitalizarse, el sector público debe encauzar sus finanzas hacia una trayectoria sostenible, y los hogares y empresas deben desapalancarse. Tal y como están las cosas, la carga que soporta cada sector [...] agrava la situación de los otros dos».
«El sector financiero pone presión sobre el gobierno», continúa el Informe. «Los gobiernos, con el deterioro de su solvencia y su necesidad de consolidación fiscal, debilitan la capacidad de los otros sectores para resolver su situación. Y los hogares y empresas, al tratar de reducir sus niveles de endeudamiento, entorpecen la recuperación de los gobiernos y bancos. Estas interacciones están creando una serie de círculos viciosos».
Añade el Informe: «Los bancos centrales, que se encuentran en el medio de esta situación, se ven obligados a usar toda la capacidad de que disponen para limitar el daño: otorgando directamente financiación al sector financiero y manteniendo extraordinariamente bajas las tasas de interés para aligerar la carga sobre las autoridades fiscales, los hogares y las empresas. Esta intensa presión pone en peligro el objetivo de los bancos centrales de mantener la estabilidad de precios y compromete su credibilidad y, en última instancia, su independencia».
Es crucial desbaratar estos círculos viciosos para poder reducir la presión que recae en los bancos centrales, dice el BPI. Para lograrlo, hay que «sanear y fortalecer los bancos, y al mismo tiempo controlar el tamaño del sector financiero y limitar los riesgos que éste asume. [...] Solo entonces, cuando los balances de todos los sectores hayan quedado saneados, se podrá esperar nuevamente un crecimiento equilibrado. Y solo entonces se crearán círculos virtuosos que reemplacen a los círculos viciosos en los que está atrapada la economía mundial».
Christian Noyer, Presidente del BPI y Gobernador del Banco de Francia, declaró hoy: «Aún no hemos alcanzado el objetivo de crear un entorno financiero sólido y estable para la economía mundial. Para alcanzarlo, la comunidad internacional debe intensificar su cooperación para reducir los desequilibrios financieros mundiales y mejorar la regulación financiera internacional».
El Director General del BPI, Jaime Caruana, en su discurso ante los representantes de los bancos centrales reunidos hoy en Basilea en la Asamblea General Anual del Banco, señaló: «Las dificultades por las que atraviesa actualmente la economía mundial están bien enraizadas y exigirán soluciones profundas. El ajuste fiscal, la consolidación de los balances bancarios y otras reformas necesarias no pueden aplazarse hasta que lleguen tiempos mejores. Recurrir a los bancos centrales sin actuar en otros frentes acabaría minando la confianza y aumentando los riesgos para la estabilidad macroeconómica y financiera».
El resultado financiero del BPI, publicado en el Informe Anual, arroja un balance total por valor de 255 700 millones de DEG (395 900 millones de USD) al cierre de marzo de 2012 y un beneficio neto de 758,9 millones de DEG (1 174,9 millones de USD).