Hacia una mayor resiliencia del sector bancario
Los bancos se recuperan gradualmente de la crisis. Para consolidar la resiliencia de las instituciones financieras, es necesario que mantengan abultados colchones de capital de alta calidad que les permitan absorber pérdidas y colchones de liquidez bien gestionados que les protejan de pérdidas repentinas de confianza en los mercados. También se hacen necesarias mejoras en los regímenes de resolución bancaria que permitan la resolución ordenada de las instituciones de importancia sistémica.
No obstante, la medición y gestión de los riesgos que plantea el actual sistema financiero cada vez más intrincado e internacional sigue siendo un reto para el marco prudencial. En este sentido, la combinación de medidas sensibles al riesgo con otras más simples basadas en los balances puede resultar clave para controlar los riesgos del sistema financiero. Al reforzarse mutuamente, estos dos tipos de medidas generan más información sobre el riesgo de un banco concreto que cualquiera de ellas por separado. Las políticas para separar estructuralmente las funciones bancarias también pueden ayudar a reducir la complejidad de las entidades por separado, aunque sigue siendo una incógnita su impacto en la estabilidad sistémica y en la eficiencia.